Pérdida Auditiva
¿Qué es la pérdida auditiva?
Una pérdida auditiva es una sensibilidad reducida a los sonidos que normalmente puede oír el ser humano. Existen distintos tipos y grados de pérdida auditiva que, en la mayoría de los casos, pueden tratarse.
Las pérdidas auditivas pueden ocurrir a cualquier edad y por diferentes razones y por lo general existen tres tipos de pérdida auditiva: pérdida de transmisión, neurosensorial y mixta. La causa general y más común de una pérdida auditiva es la edad y la sobreexposión a fuertes ruidos. Sin embargo la pérdida auditiva también se puede dar por otras causas.
Grados de pérdida auditiva
Una de cada seis personas mayores de 50 años tiene problemas auditivos y requiere algún tipo de ayuda para la amplificación de los sonidos. La pérdida auditiva va de leve a media, grave y profunda. Cuando se tiene una pérdida auditiva leve, nuestra capacidad para entender el habla disminuye. Las personas que sufren de una pérdida auditiva profunda no pueden comprender el habla.
Nuestra capacidad de oír es indispensable para participar activamente en el mundo que nos rodea: no tratar la pérdida auditiva nos puede llevar con frecuencia al aislamiento social. A veces nos puede afectar tanto mental como físicamente y conducir a abandonar las actividades que se solían hacer y a un deterioro de la relación con amigos y familiares.
Defectos auditivos más comunes
Presbiacusia
Con el paso del tiempo, el oído va perdiendo células nerviosas receptoras. Esto conlleva una pérdida de audición que se asocia con la edad y que en muchos casos pasa desapercibida para el que la sufre, ya que al ser lenta y progresiva, hace que la persona se acostumbre y no sea consciente.
Pérdidas auditivas progresivas y profesionales
Se producen por una exposición prolongada a ruidos fuertes, ya sea en el entorno laboral o durante actividades de ocio. Suelen producir una pérdida de audición selectiva en función del tipo de ruido al que haya estado sometido. Se pueden prevenir o minimizar con el uso de protectores auditivos.
Pérdidas auditivas traumáticas
Se producen por la exposición puntual a un ruido fuerte o un cambio brusco de presión. El daño que se produce en los tejidos nerviosos genera una pérdida selectiva de determinados sonidos. Son complicadas de tratar y requieren ayudas tecnológicas más avanzadas.